EL KARMA
En pocas palabras, el Karma es la Ley de la Causa y del Efecto.Partimos del hecho de la Evolución y la Reencarnación. Si yo te pregunto... quien eres... que respuesta me das... Soy Tal persona, vivo en tal lado, tengo tal nivel educacional o económico, tengo hijos, familia, amigos etc... pero esa respuesta no responde la pregunta. En todos los idiomas conocidos cuando se habla del YO se coloca fuera del cuerpo, de la mente, del espíritu.Observa, por ejemplo, como decimos en Español YO tengo un cuerpo, YO tengo un alma, YO tengo un espíritu, una mente etc. En Inglés pasa lo mismo I have a Body, I have a spirit, o en francés Je tiens un corp, o en italiano IO ho un corpo, o portugués EU tenho una mente, y así sucesivamente. Hasta en el lenguaje diferenciamos el cuerpo, la mente, el espíritu, y todos esos atributos del verdadero YO la verdadera Esencia Intima, el Ser Interno, lo que verdaderamente somos y que se manifiesta a través del cuerpo, sentidos, mente etc...Ese YO es una energía vital, única, unida a todo el universo porque todo lo que existe está relacionado entre sí y ese YO pertenece al Universo Cósmico de la misma manera que una gota de agua pertenece al océano. Ese YO está formado por vibraciones, y todo lo que hacemos en nuestro diario vivir es sumergirnos en un universo de vibraciones... Comemos, por ejemplo, y los alimentos después de la digestión se convierten en moléculas de proteínas, o de carbohidratos o grasas o vitaminas que a su vez se convierten en átomos que están girando, vibrando, dándonos energía, reponiendo nuestro desgaste... Y cuando respiramos estamos recibiendo esa energía que en los pulmones se lleva a la sangre y nos da vida... y todo a nuestro alrededor está emitiendo vibraciones y como dice inclusive la Segunda Ley de la Termodinámica que es una Ley de la Ciencia Física ¡nada se crea ni se destruye sino solamente se transforma!, vemos que también nuestro Ego Superior, ese YO que es eterno, infinito e indestructible también al morir el cuerpo físico se reintegra a su campo vibracional correspondiente.
LO BUENO Y LO MALO
Ahora bien, en cada vida, esa energía que ahora late en un cuerpo procede de otros cuerpos en los que también se manifestó, para aprender, para conocer, para vivir y disfrutar.
En el transcurso de nuestras vidas vamos haciendo cosas buenas y cosas malas. Ahora bien ¿que es lo bueno y que es lo malo? Si nos fijamos en las leyes de los países nos equivocaríamos porque para lo que es bueno en unos lados es malo en otros y así también en la historia de la humanidad. Sin embargo, el conocimiento superior nos enseña que BUENO es todo aquello que nos ayuda a avanzar espiritualmente, a evolucionar positivamente, a ascender en la escala de la evolución a ser cada día mejores seres humanos, a lograr con nuestras acciones, pensamientos y vida subir un escaloncito más en la etapa hacia la perfección y la unión con el Absoluto de donde procedemos. Malo es aquello que nos retarda la evolución, que nos estanca, que nos perjudica a nosotros y a los demás, incluso al ambiente, a los animales, las plantas a todo lo que entramos en contacto.
A medida que vamos aprendiendo y avanzando espiritualmente nos percatamos de esta gran Verdad y entendemos que cada persona, en una etapa determinada está viviendo lo que en esa etapa tiene que vivir según todo aquello BUENO que haya acumulado en su KARMA (o sea, a lo largo de vidas pasadas) y por tanto también viene a cumplir o recibir el pago de acciones MALAS realizadas en el pasado (aquellas que en esta u otras vidas hayan perjudicado su evolución o la de los demás). Como se ve no se trata de un castigo de Dios ni de nada injusto sino simplemente de recibir el efecto de una causa: si una persona se lanza de un décimo piso en un edificio lo más probable es que cuando se caiga al pavimento muera... la muerte no es ningún castigo, es la consecuencia de sus actos, es el efecto de una causa.
Si una persona come demasiado de noche y vuelve a comer y luego tiene indigestión y dolores de estómago no es castigo de nada ni de nadie, es el efecto de una causa. Precisamente esta es la Ley de la Justicia y la que demuestra el Gran Amor Infinito de Dios porque si nada más tuviéramos una sola oportunidad en medio de la Eternidad, con nuestra ignorancia y torpeza... como podríamos ascender a metas superiores.
Mediante la Ley del Karma podemos entender porque hay personas que aparentemente todo le va muy bien económicamente, por ejemplo, y que sin embargo causan daño, y otras personas muy buenas que tienen problemas. En uno y otro caso se trata de un aprendizaje.
El buen karma no consiste en no tener dificultades sino en tener la actitud mental, espiritual y personal adecuada para entender lo que está ocurriendo y sacar el mejor partido de esa situación.
Por ejemplo, hay personas sumamente avariciosas, egoístas, que necesitan dinero y dinero y que inclusive son capaces de matar para lograrlo y si pierden el dinero pues serían capaces de suicidarse. Pudiéramos decir que estos son pobres ricos. Gentes que está pagando un Karma y aunque tengan dinero, no son felices. Hay otros que tienen dinero y son felices, otros que no tienen y son muy felices también o muy infelices según el caso.
Cuando entendemos todo esto no juzgamos a nadie porque nos damos cuenta que cada cual está dando lo que puede según su entendimiento y su escala en la evolución. Por eso, si alguien trata de herirte y eres una persona evolucionada simplemente te inspira compasión porque te das cuenta que las buenas personas nunca tratan de herir a nadie y si alguien lo está haciendo es porque no está muy evolucionada y esto es muy triste y merece tu compasión.
Cuando se habla de quemar el Karma hablamos que en una reencarnación se nos dan determinados momentos duros para adelantar en la deuda que tenemos con la vida, pero al mismo tiempo recibimos Karma positivo que lamentablemente muchas personas no saben aprovechar cuando lo tienen y luego se lamentan que la vida les trata mal cuando lo cierto es que constantemente les ha estado regalando salud, vitalidad, esperanza, amigos, familiares, vista para ver las maravillas de la Creación, oídos para disfrutar la buena música, manos para tocar, un cuerpo para disfrutar la intimidad con otras personas, el contacto con el agua y el Sol.
LA LEY DEL KARMA
La Ley del Karma es una de las verdades más antiguas que se conoce y ha sido revelada a la humanidad por los Grandes Maestros y las Grandes Almas que han vivido a lo largo de la historia, desde tiempos muy remotos, desde Buda y Krishna, Lao Tse y Confucio, Platón y Sócrates, el mismo Jesucristo lo predicó en muchas enseñanzas, inclusive en Mateo 17 admite a sus discípulos que Juan el Bautista es la reencarnación de Elías el profeta.
Los cristianos de los primeros siglos creían en la Reencarnación fielmente, hay numerosas citas bíblicas que así lo demuestran, pero en el siglo III cuando la Iglesia adquiridió poder en Roma y se hizo religión oficial se expurgaron textos y se hicieron innumerables correcciones porque la entonces naciente Iglesia que llegaría a ser una institución política muy fuerte temía que si las personas creían en la Reencarnación no le tendrían miedo al Infierno y la única manera que tenía la Iglesia de poder mantenida a la población a su poder era con el constante miedo de un Infierno eterno a donde irían las almas de los que no se bautizaban o los que no seguían lo que la Iglesia enseñaba. De ahí surgieron tantos males: la intolerancia, la arrogancia, la Inquisición, el dominar otros países destruyendo las creencias de los naturales para imponer la nueva religión, la esclavitud en la que se esclavizaban seres humanos encadenados en África y luego se les obligaba a renunciar a sus creencias porque si no iban al infierno.
Hoy día inclusive, en aquellos países donde la religión es oficial como en Afganistán por ejemplo y ciertos países fundamentalistas, hay una gran intolerancia y un fanatismo exacerbado que causa dolor, muerte y tristeza. En el nombre de la religión se han asesinado millones de seres humanos y a otros se han torturado y esclavizado. Sin embargo, en el fondo, en esencia, todas las religiones enseñan lo mismo y cuando las personas de buena fe se unen para encontrar los puntos comunes en todas las religiones surgen los hermosos movimientos espirituales como los que ahora florecen en la Nueva Era, las enseñanzas de la Yoga, de Maestros como Paramahansa Yogananda, Sai Baba, del mismo San Francisco de Asis y la Madre Teresa de Calcutta que no se aprovechaba de sus pobres personas moribundas para convertirlas al Catolicismo que ella practicaba con fe... sino que a la que había sido hindú toda su vida la ayudaba a morir en las creencias de su religión, y lo mismo hacía con la musulmana.
La Ley del Karma es la Ley de la Justicia Divina, de las oportunidades... cuando hacemos algo positivo, bueno en el sentido universal (no porque esté escrito en una constitución o una ley, sino porque sea bueno por naturaleza ya que hay leyes injustas) entonces estamos generando buen Karma de lo contrario atraemos mal Karma.
Hay personas que nacen ya con un Karma muy lindo porque han evolucionado mucho y cuando entramos en contacto con ellas recibimos sus vibraciones de amor, tolerancia y respeto... hay otras que lamentablemente traen sus Karmas negativos y lo que emiten por su aura es sentimientos de frustraciones, negativismos, maldiciones, quejas, tristezas, derrotismo, dolor, angustia, celos, envidias, murmuraciones, pobreza de espíritu. En ese caso esto debe inspirarnos siempre compasión, no lástima sino compasión y no creernos superiores ni juzgar a los demás sino tratar de ser cada día nosotros mejores seres humanos con la convicción de que mientras mejor seamos mejor será el mundo que nos rodea, al fin y al cabo, esto lo expresó en los dos grandes mandamientos el sublime Maestro Jesús "Ama a tu propjimo como a ti mismo", pero para amar al prójimo como a uno mismo uno tiene que empezar por amarse uno de la manera espiritual no egoica no del Ego Falso ni del Yo arrogante sino el amor que surge de saber que Tú Yo y todos somos Uno con el Todo y que de la misma manera que todos los ríos conducen al mar, todos los caminso positivos de evolución espiritual conducen a Dios y que al final de la jornada, como gotas de agua nos incorporaremos al océano.
La gota no evolucionada pensaría... que horror dejaré de ser gota, pero la gota evolucionada dirá... que maravilla voy a convertirme en océano. Solamente cuando tengamos la segunda actitud es que estarmos listos para entrar en el Gran Link donde el tiempo no existe y la eternidad es la única realidad... entonces ya habremos aprendido porque para eso pasamos tantas evoluciones y tantas escuelas en la tierra y como dice la Biblia: Seremos como Dioses... lo mismo que enseñan las Grandes Religiones y Filosofías ya que en la Verdad no hay contradicción.
El karma 2
Es urgente y necesario saber que así como existe en este plano físico o tercera dimensión, diferentes tipos de leyes que debemos cumplir, tribunales y jueces que se encargan de velar porque se cumplan las leyes y castigar al que las viole, también encontramos en la quinta dimensión de la naturaleza, en la constelación de libra, El tribunal de la justicia divina, encargado de administrar el karma y el dharma a la humanidad, e indicarnos a través de los mensajeros divinos, la línea de conducta que debemos observar para equilibrar nuestra balanza interior, así como los requisitos que debemos cumplir para alcanzar la realización o perfección, que es la razón fundamental por la cual nos encontramos en el planeta tierra. Todos en nuestra actual existencia, estamos recogiendo lo que sembramos en nuestras vidas anteriores y a la vez estamos sembrando lo que recogeremos en la próxima.
Nunca comprendemos esto, y es así como la humanidad, no podrá escapar de esta cadena de consecuencias, ya que casi nunca sabemos el por qué de nuestros sufrimientos. Cuando una persona siembra desgracias, causando daño a los demás, de hecho eso mismo vendrá a recoger. Esta es la ley del karma.
La Ley del Karma es aquella ley que ajusta sabia e inteligentemente el efecto a su causa. Todo lo bueno o malo que hemos hecho en una vida, nos traerá consecuencias buenas o malas para ésta o próximas existencias. No debemos olvidar los proverbios Cristianos: "el que siembra rayos, cosecha tempestades"; "con la vara que mides serás medido y con ventaja", "ojo por ojo y diente por diente" y "el que a hierro mata a hierro muere".
La Ley del Karma gobierna todo lo creado, y es una ley inmodificable. Esta se conoce en las religiones como "justicia celestial". Quien viola una ley crea dolor para sí mismo.
En la Gnosis, la simbolizamos con una balanza. El platillo derecho corresponde a las buenas obras y se le denomina DARMA. El platillo izquierdo corresponde a las malas obras y se le llama KARMA. A esta ley se le conoce también como ley de acción y consecuencia ó causa y efecto.
La Ley del Karma nos controla y vigila a cada momento y por eso cualquier acto bueno o malo de nuestras vidas tiene sus consecuencias. Todo el mal que hagamos tenemos que pagarlo y todo el bien que hacemos nos será recompensado. Dios nos dió libre albedrío y podemos hacer lo que queramos, pero de todos nuestros actos tenemos que rendir cuentas ante la justicia divina.
Cuando uno viene a este mundo trae su propio destino y por eso unos nacen en colchón de plumas y otros en la desgracia. Si en nuestra existencia herimos, ahora nos hieren; si matamos, ahora nos matan; si robamos, ahora nos roban y así, "con la vara que medimos ahora nos miden y con ventaja".
Cada persona está inscrita en el libro del karma que se encuentra en el Palacio de la Justicia Divina. Este palacio está en la 5° dimensión de la naturaleza, está dirigido por el maestro anubis y los 42 Jueces de la ley. Es posible comprobar esto que estamos afirmando, para hacerlo la persona deberá aprender a salir en cuerpo astral conscientemente.
Comprender íntegramente la Ley del Karma es indispensable para orientar el navío de nuestra existencia en una forma positiva y edificante.
EL karma es una ley de compensación y no de venganza. El Karma es una medicina que se nos aplica para nuestro propio bien; desgraciadamente, la gente en vez de inclinarse reverentes ante el eterno dios viviente, protestan y/o blasfeman, se justifican a sí mismos, se disculpan y se lavan las manos como Pilatos (Biblia Cristiana).
Cuando protestamos no se nos modifica el KARMA si no que se vuelve mas duro y más severo. Reclamamos fidelidad al cónyuge cuando hemos sido adúlteros en esta o en vidas anteriores. Pedimos amor cuando hemos sido despiadados o crueles; solicitamos comprensión cuando nunca hemos dado comprensión a nadie. Anhelamos dichas inmensas cuando hemos sido el origen de muchas desgracias. Hubiéramos querido nacer en un lugar hermoso y con muchas comodidades, cuando en vidas anteriores no supimos brindar un hogar. Queremos que nuestros hijos nos obedezcan, cuando jamás supimos obedecer a nuestros padres. Nos molesta terriblemente que nos calumnien, cuando siempre hemos sido calumniadores y hemos llenado de dolor al mundo. Es decir, reclamos lo que no hemos dado...
Es posible que en vidas anteriores hayamos sido malvados y crueles, por eso merecemos lo peor, pero suponemos que se nos debe dar lo mejor.
Cuando la Ley Cósmica le va a cobrar a alguna persona un karma, primero la somete a un juicio interno. Si tiene dharma, es decir, si ha hecho buenas obras, no sufre ningún padecimiento, pero si no tiene capital cósmico, paga con dolor.
Normalmente las personas tienen sueños que le anuncian que esto va a suceder; por ejemplo; soñar que la policía nos mete en la cárcel, vernos desnudos, mojarnos en lluvia, etc. Para mayor informaciòn, visita nuestra sección El Significado de los sueños.
Generalmente, cuando la Ley nos cobra, siempre pensamos que somos inocentes, que no debemos nada. Hay alguien incluso que blasfema contra la justica calificándola de "injusticia". Pero siempre debemos recordar que la Ley a nadie da lo que no se merece. A cada quien le da según sus obras.
Ahora el lector entenderá por qué las cárceles están llenas de "inocentes", personas que en esta vida no han hecho nada, pero que en vidas anteriores cometieron delitos gravísimos. Repetimos: La ley de Dios a nadie da lo que no se merece, a cada quien da según sus obras... Hay algunos que nacen en colchón de plumas con todas las comodidades para prepararse intelectualmente y llevan estilos de vida, para muchos envidiables; otros no tienen la misma suerte, pero tampoco sufren en lo económico. Sin embargo, hay otros que sufren espantosamente y deben mendigar para subsistir. Hay millonarios que padecen enfermedades incurables y no pueden comer lo que les provoca, por una úlcera u otra dolencia. Hay muchos pobres que tienen una salud formidable. La Ley cobra a cada quien según sus faltas.
A la Justicia Cósmica podemos compararla con un gran banco. Aquí en el plano físico, si nosotros tenemos una cuenta bancaria y consignamos constantemente (este es el equivalente a hacer buenas obras), nuestro saldo aumentará. Si giramos un cheque (es el equivalente a pagar o ganar un karma), es lógico que lo pagarán. Si retiramos mayor dinero cada día (violando las leyes de Dios), nuestra cuenta disminuye hasta quedar en rojo; en ese momento empezamos a padecer, a pagar con dolor el dolor que hemos causado.
Si tenemos acciones malas o Karmas, significa que hemos gastado nuestro capital cósmico, si consignamos, o sea, hacemos buenas obras con nuestros semejantes, ganamos DARMA y salimos bien en nuestros negocios ante el Tribunal Cósmico. El resultado es felicidad, salud y éxito en nuestras vidas
LO BUENO Y LO MALO
Ahora bien, en cada vida, esa energía que ahora late en un cuerpo procede de otros cuerpos en los que también se manifestó, para aprender, para conocer, para vivir y disfrutar.
En el transcurso de nuestras vidas vamos haciendo cosas buenas y cosas malas. Ahora bien ¿que es lo bueno y que es lo malo? Si nos fijamos en las leyes de los países nos equivocaríamos porque para lo que es bueno en unos lados es malo en otros y así también en la historia de la humanidad. Sin embargo, el conocimiento superior nos enseña que BUENO es todo aquello que nos ayuda a avanzar espiritualmente, a evolucionar positivamente, a ascender en la escala de la evolución a ser cada día mejores seres humanos, a lograr con nuestras acciones, pensamientos y vida subir un escaloncito más en la etapa hacia la perfección y la unión con el Absoluto de donde procedemos. Malo es aquello que nos retarda la evolución, que nos estanca, que nos perjudica a nosotros y a los demás, incluso al ambiente, a los animales, las plantas a todo lo que entramos en contacto.
A medida que vamos aprendiendo y avanzando espiritualmente nos percatamos de esta gran Verdad y entendemos que cada persona, en una etapa determinada está viviendo lo que en esa etapa tiene que vivir según todo aquello BUENO que haya acumulado en su KARMA (o sea, a lo largo de vidas pasadas) y por tanto también viene a cumplir o recibir el pago de acciones MALAS realizadas en el pasado (aquellas que en esta u otras vidas hayan perjudicado su evolución o la de los demás). Como se ve no se trata de un castigo de Dios ni de nada injusto sino simplemente de recibir el efecto de una causa: si una persona se lanza de un décimo piso en un edificio lo más probable es que cuando se caiga al pavimento muera... la muerte no es ningún castigo, es la consecuencia de sus actos, es el efecto de una causa.
Si una persona come demasiado de noche y vuelve a comer y luego tiene indigestión y dolores de estómago no es castigo de nada ni de nadie, es el efecto de una causa. Precisamente esta es la Ley de la Justicia y la que demuestra el Gran Amor Infinito de Dios porque si nada más tuviéramos una sola oportunidad en medio de la Eternidad, con nuestra ignorancia y torpeza... como podríamos ascender a metas superiores.
Mediante la Ley del Karma podemos entender porque hay personas que aparentemente todo le va muy bien económicamente, por ejemplo, y que sin embargo causan daño, y otras personas muy buenas que tienen problemas. En uno y otro caso se trata de un aprendizaje.
El buen karma no consiste en no tener dificultades sino en tener la actitud mental, espiritual y personal adecuada para entender lo que está ocurriendo y sacar el mejor partido de esa situación.
Por ejemplo, hay personas sumamente avariciosas, egoístas, que necesitan dinero y dinero y que inclusive son capaces de matar para lograrlo y si pierden el dinero pues serían capaces de suicidarse. Pudiéramos decir que estos son pobres ricos. Gentes que está pagando un Karma y aunque tengan dinero, no son felices. Hay otros que tienen dinero y son felices, otros que no tienen y son muy felices también o muy infelices según el caso.
Cuando entendemos todo esto no juzgamos a nadie porque nos damos cuenta que cada cual está dando lo que puede según su entendimiento y su escala en la evolución. Por eso, si alguien trata de herirte y eres una persona evolucionada simplemente te inspira compasión porque te das cuenta que las buenas personas nunca tratan de herir a nadie y si alguien lo está haciendo es porque no está muy evolucionada y esto es muy triste y merece tu compasión.
Cuando se habla de quemar el Karma hablamos que en una reencarnación se nos dan determinados momentos duros para adelantar en la deuda que tenemos con la vida, pero al mismo tiempo recibimos Karma positivo que lamentablemente muchas personas no saben aprovechar cuando lo tienen y luego se lamentan que la vida les trata mal cuando lo cierto es que constantemente les ha estado regalando salud, vitalidad, esperanza, amigos, familiares, vista para ver las maravillas de la Creación, oídos para disfrutar la buena música, manos para tocar, un cuerpo para disfrutar la intimidad con otras personas, el contacto con el agua y el Sol.
LA LEY DEL KARMA
La Ley del Karma es una de las verdades más antiguas que se conoce y ha sido revelada a la humanidad por los Grandes Maestros y las Grandes Almas que han vivido a lo largo de la historia, desde tiempos muy remotos, desde Buda y Krishna, Lao Tse y Confucio, Platón y Sócrates, el mismo Jesucristo lo predicó en muchas enseñanzas, inclusive en Mateo 17 admite a sus discípulos que Juan el Bautista es la reencarnación de Elías el profeta.
Los cristianos de los primeros siglos creían en la Reencarnación fielmente, hay numerosas citas bíblicas que así lo demuestran, pero en el siglo III cuando la Iglesia adquiridió poder en Roma y se hizo religión oficial se expurgaron textos y se hicieron innumerables correcciones porque la entonces naciente Iglesia que llegaría a ser una institución política muy fuerte temía que si las personas creían en la Reencarnación no le tendrían miedo al Infierno y la única manera que tenía la Iglesia de poder mantenida a la población a su poder era con el constante miedo de un Infierno eterno a donde irían las almas de los que no se bautizaban o los que no seguían lo que la Iglesia enseñaba. De ahí surgieron tantos males: la intolerancia, la arrogancia, la Inquisición, el dominar otros países destruyendo las creencias de los naturales para imponer la nueva religión, la esclavitud en la que se esclavizaban seres humanos encadenados en África y luego se les obligaba a renunciar a sus creencias porque si no iban al infierno.
Hoy día inclusive, en aquellos países donde la religión es oficial como en Afganistán por ejemplo y ciertos países fundamentalistas, hay una gran intolerancia y un fanatismo exacerbado que causa dolor, muerte y tristeza. En el nombre de la religión se han asesinado millones de seres humanos y a otros se han torturado y esclavizado. Sin embargo, en el fondo, en esencia, todas las religiones enseñan lo mismo y cuando las personas de buena fe se unen para encontrar los puntos comunes en todas las religiones surgen los hermosos movimientos espirituales como los que ahora florecen en la Nueva Era, las enseñanzas de la Yoga, de Maestros como Paramahansa Yogananda, Sai Baba, del mismo San Francisco de Asis y la Madre Teresa de Calcutta que no se aprovechaba de sus pobres personas moribundas para convertirlas al Catolicismo que ella practicaba con fe... sino que a la que había sido hindú toda su vida la ayudaba a morir en las creencias de su religión, y lo mismo hacía con la musulmana.
La Ley del Karma es la Ley de la Justicia Divina, de las oportunidades... cuando hacemos algo positivo, bueno en el sentido universal (no porque esté escrito en una constitución o una ley, sino porque sea bueno por naturaleza ya que hay leyes injustas) entonces estamos generando buen Karma de lo contrario atraemos mal Karma.
Hay personas que nacen ya con un Karma muy lindo porque han evolucionado mucho y cuando entramos en contacto con ellas recibimos sus vibraciones de amor, tolerancia y respeto... hay otras que lamentablemente traen sus Karmas negativos y lo que emiten por su aura es sentimientos de frustraciones, negativismos, maldiciones, quejas, tristezas, derrotismo, dolor, angustia, celos, envidias, murmuraciones, pobreza de espíritu. En ese caso esto debe inspirarnos siempre compasión, no lástima sino compasión y no creernos superiores ni juzgar a los demás sino tratar de ser cada día nosotros mejores seres humanos con la convicción de que mientras mejor seamos mejor será el mundo que nos rodea, al fin y al cabo, esto lo expresó en los dos grandes mandamientos el sublime Maestro Jesús "Ama a tu propjimo como a ti mismo", pero para amar al prójimo como a uno mismo uno tiene que empezar por amarse uno de la manera espiritual no egoica no del Ego Falso ni del Yo arrogante sino el amor que surge de saber que Tú Yo y todos somos Uno con el Todo y que de la misma manera que todos los ríos conducen al mar, todos los caminso positivos de evolución espiritual conducen a Dios y que al final de la jornada, como gotas de agua nos incorporaremos al océano.
La gota no evolucionada pensaría... que horror dejaré de ser gota, pero la gota evolucionada dirá... que maravilla voy a convertirme en océano. Solamente cuando tengamos la segunda actitud es que estarmos listos para entrar en el Gran Link donde el tiempo no existe y la eternidad es la única realidad... entonces ya habremos aprendido porque para eso pasamos tantas evoluciones y tantas escuelas en la tierra y como dice la Biblia: Seremos como Dioses... lo mismo que enseñan las Grandes Religiones y Filosofías ya que en la Verdad no hay contradicción.
El karma 2
Es urgente y necesario saber que así como existe en este plano físico o tercera dimensión, diferentes tipos de leyes que debemos cumplir, tribunales y jueces que se encargan de velar porque se cumplan las leyes y castigar al que las viole, también encontramos en la quinta dimensión de la naturaleza, en la constelación de libra, El tribunal de la justicia divina, encargado de administrar el karma y el dharma a la humanidad, e indicarnos a través de los mensajeros divinos, la línea de conducta que debemos observar para equilibrar nuestra balanza interior, así como los requisitos que debemos cumplir para alcanzar la realización o perfección, que es la razón fundamental por la cual nos encontramos en el planeta tierra. Todos en nuestra actual existencia, estamos recogiendo lo que sembramos en nuestras vidas anteriores y a la vez estamos sembrando lo que recogeremos en la próxima.
Nunca comprendemos esto, y es así como la humanidad, no podrá escapar de esta cadena de consecuencias, ya que casi nunca sabemos el por qué de nuestros sufrimientos. Cuando una persona siembra desgracias, causando daño a los demás, de hecho eso mismo vendrá a recoger. Esta es la ley del karma.
La Ley del Karma es aquella ley que ajusta sabia e inteligentemente el efecto a su causa. Todo lo bueno o malo que hemos hecho en una vida, nos traerá consecuencias buenas o malas para ésta o próximas existencias. No debemos olvidar los proverbios Cristianos: "el que siembra rayos, cosecha tempestades"; "con la vara que mides serás medido y con ventaja", "ojo por ojo y diente por diente" y "el que a hierro mata a hierro muere".
La Ley del Karma gobierna todo lo creado, y es una ley inmodificable. Esta se conoce en las religiones como "justicia celestial". Quien viola una ley crea dolor para sí mismo.
En la Gnosis, la simbolizamos con una balanza. El platillo derecho corresponde a las buenas obras y se le denomina DARMA. El platillo izquierdo corresponde a las malas obras y se le llama KARMA. A esta ley se le conoce también como ley de acción y consecuencia ó causa y efecto.
La Ley del Karma nos controla y vigila a cada momento y por eso cualquier acto bueno o malo de nuestras vidas tiene sus consecuencias. Todo el mal que hagamos tenemos que pagarlo y todo el bien que hacemos nos será recompensado. Dios nos dió libre albedrío y podemos hacer lo que queramos, pero de todos nuestros actos tenemos que rendir cuentas ante la justicia divina.
Cuando uno viene a este mundo trae su propio destino y por eso unos nacen en colchón de plumas y otros en la desgracia. Si en nuestra existencia herimos, ahora nos hieren; si matamos, ahora nos matan; si robamos, ahora nos roban y así, "con la vara que medimos ahora nos miden y con ventaja".
Cada persona está inscrita en el libro del karma que se encuentra en el Palacio de la Justicia Divina. Este palacio está en la 5° dimensión de la naturaleza, está dirigido por el maestro anubis y los 42 Jueces de la ley. Es posible comprobar esto que estamos afirmando, para hacerlo la persona deberá aprender a salir en cuerpo astral conscientemente.
Comprender íntegramente la Ley del Karma es indispensable para orientar el navío de nuestra existencia en una forma positiva y edificante.
EL karma es una ley de compensación y no de venganza. El Karma es una medicina que se nos aplica para nuestro propio bien; desgraciadamente, la gente en vez de inclinarse reverentes ante el eterno dios viviente, protestan y/o blasfeman, se justifican a sí mismos, se disculpan y se lavan las manos como Pilatos (Biblia Cristiana).
Cuando protestamos no se nos modifica el KARMA si no que se vuelve mas duro y más severo. Reclamamos fidelidad al cónyuge cuando hemos sido adúlteros en esta o en vidas anteriores. Pedimos amor cuando hemos sido despiadados o crueles; solicitamos comprensión cuando nunca hemos dado comprensión a nadie. Anhelamos dichas inmensas cuando hemos sido el origen de muchas desgracias. Hubiéramos querido nacer en un lugar hermoso y con muchas comodidades, cuando en vidas anteriores no supimos brindar un hogar. Queremos que nuestros hijos nos obedezcan, cuando jamás supimos obedecer a nuestros padres. Nos molesta terriblemente que nos calumnien, cuando siempre hemos sido calumniadores y hemos llenado de dolor al mundo. Es decir, reclamos lo que no hemos dado...
Es posible que en vidas anteriores hayamos sido malvados y crueles, por eso merecemos lo peor, pero suponemos que se nos debe dar lo mejor.
Cuando la Ley Cósmica le va a cobrar a alguna persona un karma, primero la somete a un juicio interno. Si tiene dharma, es decir, si ha hecho buenas obras, no sufre ningún padecimiento, pero si no tiene capital cósmico, paga con dolor.
Normalmente las personas tienen sueños que le anuncian que esto va a suceder; por ejemplo; soñar que la policía nos mete en la cárcel, vernos desnudos, mojarnos en lluvia, etc. Para mayor informaciòn, visita nuestra sección El Significado de los sueños.
Generalmente, cuando la Ley nos cobra, siempre pensamos que somos inocentes, que no debemos nada. Hay alguien incluso que blasfema contra la justica calificándola de "injusticia". Pero siempre debemos recordar que la Ley a nadie da lo que no se merece. A cada quien le da según sus obras.
Ahora el lector entenderá por qué las cárceles están llenas de "inocentes", personas que en esta vida no han hecho nada, pero que en vidas anteriores cometieron delitos gravísimos. Repetimos: La ley de Dios a nadie da lo que no se merece, a cada quien da según sus obras... Hay algunos que nacen en colchón de plumas con todas las comodidades para prepararse intelectualmente y llevan estilos de vida, para muchos envidiables; otros no tienen la misma suerte, pero tampoco sufren en lo económico. Sin embargo, hay otros que sufren espantosamente y deben mendigar para subsistir. Hay millonarios que padecen enfermedades incurables y no pueden comer lo que les provoca, por una úlcera u otra dolencia. Hay muchos pobres que tienen una salud formidable. La Ley cobra a cada quien según sus faltas.
A la Justicia Cósmica podemos compararla con un gran banco. Aquí en el plano físico, si nosotros tenemos una cuenta bancaria y consignamos constantemente (este es el equivalente a hacer buenas obras), nuestro saldo aumentará. Si giramos un cheque (es el equivalente a pagar o ganar un karma), es lógico que lo pagarán. Si retiramos mayor dinero cada día (violando las leyes de Dios), nuestra cuenta disminuye hasta quedar en rojo; en ese momento empezamos a padecer, a pagar con dolor el dolor que hemos causado.
Si tenemos acciones malas o Karmas, significa que hemos gastado nuestro capital cósmico, si consignamos, o sea, hacemos buenas obras con nuestros semejantes, ganamos DARMA y salimos bien en nuestros negocios ante el Tribunal Cósmico. El resultado es felicidad, salud y éxito en nuestras vidas